Para la elaboración de los presupuestos que serán presentados para aprobación en las reuniones de asambleas ordinarias, los administradores suelen preguntar de cuánto puede ser el incremento del valor de las primas de las pólizas de Bienes Comunes en la renovación. Esa pregunta es cada día más difícil de responder, pues las variables a considerar cada vez son más, debido a la cantidad de factores que intervienen en el precio de las pólizas, de las cuales hoy analizaremos algunas que afectan directamente en el valor de la renovación:

1. El apetito de riesgo de las aseguradoras

La gran mayoría de aseguradoras debido a “condiciones” del contrato de reaseguro, están “enfocadas” a copropiedades hasta 20 o 25 años de antigüedad, en zonas de bajo impacto de riesgo y en ciudades con baja incidencia de terremoto. Las copropiedades que no se encuentren es este “Interés de Riesgo” del mercado reasegurador, podrían considerarse de “Alto riesgo o Riesgo moderado” lo cual podría derivar a un análisis de las condiciones ofrecidas donde puede darse un aumento de deducible, no otorgamiento de amparos e inclusive un reajuste en las primas.

2. Siniestralidad

La creciente siniestralidad en las pólizas de Bienes Comunes, está siendo un factor de análisis para la renovación de su póliza, lo cual es tenido en cuenta como una variable de afectación en el costo de la prima con la aseguradora actual. Así mismo, la incidencia en alta siniestralidad en amparos considerados de “bajo impacto” como la RCE y D&A los cuales actualmente están repercutiendo seriamente en la siniestralidad debido a la frecuencia de los mismos y a las altas pretensiones de las víctimas en el momento de la reclamación. Tenga en cuenta que frente al amparo D&A, si usted está pensando en cambiar de aseguradora y le han realizado una reclamación formal de manera extrajudicial, o ha asistido a una audiencia de conciliación para abordar un evento, NO debe contemplar la posibilidad de un cambio en su aseguradora pues estaría perdiendo continuidad de cobertura, teniendo en cuenta la retroactividad que proporciona su actual aseguradora en estos casos.

3. Servicios de Asistencia

Es un factor que NO se consideraba como siniestro en el mercado asegurador, pero que actualmente se contempla como factor de siniestralidad y más aún, como cliente “No deseado” gracias al uso permanente de este amparo en situaciones que muchas veces, son mantenimientos y no casos fortuitos.

4. COVID 19

Así es, el virus del COVID 19 ha incrementado el costo promedio de los siniestros, debido a la escasez de insumos originado por la problemática de importaciones y los bajos índices de producción de los mismos. Un ejemplo claro es el del Acero, vidrio y otros materiales de construcción que incrementaron su costo en tres o más dígitos en el último año. Lo anterior incide directamente en los resultados de siniestralidad de las aseguradoras y por lo tanto, en los índices de siniestralidad de las copropiedades.

5. Costo en Contratos de Reaseguro

Estos se pagan en dólares y no es un secreto para nadie, el incremento en la tasa de cambio de los últimos meses. Así mismo, la situación política del país del año 2021 y 2022, derivada por la crisis económica, así como los procesos electorales que se avecinan crea incertidumbre en los mercados internacionales, lo que impacta de manera negativa en el costo de los contratos. No hay que olvidar que, “La primera Línea”, las mingas y otros actores de los paros 2021, fueron protagonistas principales a tener en cuenta para el alto costo en la siniestralidad asumida por el mercado asegurador el año pasado, dejando un temor permanente en las aseguradoras para lo que pueda venir en meses o años venideros.

Llegan nuevos actores al mercado de pólizas de Bienes Comunes, no obstante, estas aseguradoras estarán condicionadas por los contratos de reaseguro, lo que sin lugar a dudas, es un gran cinturón de fuerza que regula las tasas con moderación extrema.
De lo anterior, es fácil concluir que un cliente NO siniestrado, cualquier aseguradora hará esfuerzos para mantenerlo en la renovación con un bajo impacto en las condiciones. Copropiedades antiguas, con alta siniestralidad o en zonas de alto riesgo, podrán ser objeto de reconsideración de condiciones.

Lo que jamás podrá dejar de hacer el administrador, es el ajuste anual de valores asegurados así sea, con el IPC, que permita a los copropietarios tener la tranquilidad de mantener su patrimonio bien protegido y sin posibles sorpresas en el momento de una reclamación.